Al día siguiente, pasamos "casualmente" por la biblioteca para "saludar a Bitha"y mientras yo la entretenía pidiéndole consejo para escoger algún libro interesante, Aylen se coló en el archivo ( no se puede decir que la biblioteca tuviera mucha seguridad) e introdujo una hoja con algo escrito en un cajón.Salió con sigilo y se puso a curiosear por los libros, de manera que cuando Bitha y yo le encontramos parecía que se había quedado todo el rato allí.
Al final del día, el alcalde paso por allí como de costumbre, entrando al archivo.Miró en el cajón donde guardaba los datos de las casas que participaban en el concurso anual de La Vida Escrita.Era un concurso para los amantes de la lectura.Puntuaban los libros por cantidad, antigüedad, estado, y rareza, el jurado era el alcalde y podían ir a ser jueces secundarios cualquiera del pueblo.Bitha solía ir siempre, a petición del alcalde.Echó un vistazo a todas las personas que se habían apuntado ese año.Eran los del año pasado:El barbero Fers, el señor Hasespho y su prima pequeña Thanly, el señor Gherthos, la florista Zhelna, el se...Se paró en seco y releyó la hoja de nuevo.Con incredulidad volvió a releer el papel...No había leído mal, el señor Gherthos participaba...Jamás creyó que Humk Gherthos participaría en algo y menos aun que fuera un apasionado de los libros...Pero se alegraba de que intentara integrarse en el pueblo.Tiempo atrás ya había intentado convencerle de algo parecido y llegó a perder toda esperanza de lograrlo.Sonrió satisfecho al comprobar que no era imposible y decidido no desaprovechar esa oportunidad.
Al día siguiente empezó a pasar por las casas.Pasaría por dos casas al día, puesto que tenían que mirar libros uno a uno y tardarían bastante.A la semana, ya que concursaban trece personas, le tocaba el turno a Gherthos...Aylen y yo nos habíamos ofrecido a ayudar al alcalde este año acompañandole a algunas casas...Por supuesto que, al ser la última, también le acompañaríamos ésta vez.
El alcalde se veía algo nervioso y soltó un suspiro antes de llegar a pasar la puerta del jardín del patio delantero de la casa de Humk.Luego caminó con paso seguro y abrió la puerta con seguridad.Todos los que habitaban el Kaslae dejaban siempre la puerta del patio abierta ya que en fiestas muchos vecinos dejaban regalos en las puertas de las casas, como peluches en miniatura, una navaja hecha a mano, un cofre mágico(que Ludes te cambiaba por alguna pócima inofensiva, como la de humo de colores o la que contiene agua antigravitatoria) y demás objetos.Humk no tenía nada nunca en la puerta, ya que su malhumor alejaba a sus vecinos.No le importaba dejarla abierta porque nadie se atrevía a pasar.El alcalde cerró los ojos un momento antes de llamar.En cuanto la puerta se abrió, el alcalde le mostró una amplia sonrisa al rostro de fastidio de Humk.
-Buenos días, amigo mío.Hoy me toca visitar su casa, pues es la última que me queda.Me complació ver que se animaba a participar.
-¿De que demonios habla?-preguntó de mala manera.Aylen y yo tuvimos que contenernos para no reírnos, pero Bitha lo notó y levanto una ceja.Luego pusó los ojos en blanco y sonrió levemente.
-Del concurso, por supuesto-Contestó tajantemente-¿O acaso se ha olvidado,amigo?Bueno, ya es tarde para arrepentirse, asi que no valen las escusas.
-Ni soy su amigo, ni se de que concurso me está hablando, y ahora , largaos antes de que decida echaros yo.
-Entiendo que este nervioso, pero no puede retirarse ahora señor Gherthos.
Humk intentó cerrar la puerta, pero el alcalde insistió y logró meterse dentro y nosotros le seguimos en silencio.
-Bien, hagan lo que quieran.Si rompen algo les echo a patadas y nadie puede pasar arriba-bufó mientras subía las escaleras.El alcalde entró en el salón, donde había varias estanterías con libros y se puso a trabajar.
-No rompáis nada y si os pilla, estáis perdidos.Yo os cubro con el alcalde-susurró Bitha-Ah, y si el ogro de arriba descubre que esto es cosa vuestra también estáis perdidos.
-Gracias Bitha, el ogro no nos descubrirá.
Entramos en todas las habitaciones de la planta baja.Cuando las terminamos de memorizar, subimos la escalera sin hacer el menor ruido.Paramos en seco cuando escuchamos pasos y al asomarnos pudimos ver como se cerraba una puerta.Esperamos unos momentos y dimos los primeros pasos sobre la madera del suelo.Rápidamente entramos en la habitación más cercana.Los muebles eran simples.Sólo tenía una mesilla, un armario,ambos de madera, una cama y un baúl de aspecto antiguo.Nuestros ojos quedaron clavados en el baúl.Nos miramos de reojo y sonreímos ante nuestro hallazgo.
Nos acercamos más.Cuando estábamos apunto de abrirlo, escuchamos como se abría y se cerraba una puerta.Dejamos el baúl y nos escondimos el el armario.El corazón nos latía muy deprisa.La puerta de la habitación se abrió y oimos pasos en la habitación.Ambos aguantamos la respiración.Abrimos un poco la puerta, lo justo para poder mirar.Humk había entrado.Había abierto el baúl y estaba guardando algo dentro.Luego sono un chasquido y se marchó.Abrimos lentamente la puerta y salimos.Solo entonces nos atrevimos a volver a respirar.Eso había estado muy cerca.Intentamos volver a abrir el baúl, pero estaba cerrado bajo llave.Oimos pasos por el pasillo y nos asomamos discretamente.Si él seguía dando vueltas por las habitaciones de ese modo nos terminaría encontrando.Echámos un vistazo a otra habitación y vimos un pequeño baño.Como no parecía que Humk fuera a dejar de ir de una habitación a otra, decidimos bajar.
Entramos al salón donde estaban Bitha y el alcalde.
-Oh, mire alcalde, creo que ya han terminado con los libros de la cocina.
-Hola chicos, ¿Había algo interesante en la cocina?
-No, libros recientes y cortos, aunque había muchos-Dije resueltamente siguiéndole el juego a Bitha.
-Bueno, creo que en vez de hablar deberíamos ayudarles o no terminarán hoy.-Terminó Aylen antes de que el alcalde mostrare interes por esos libros inexistentes de la cocina.
Por desgracia, entre los libros no encontramos nada que pudiera inculparle,aunque yo me encontré una piedra plateada brillante.Era pequeña, del tamaño de una pinza de pelo y era tan gruesa como un kasdín de oro (Moneda de Kaslae equivalente a unos quince euros con un diámetro de dos centímetros) y con una punta algo afilada.No tenía una forma definida, y no parecía de ninguna joya ni nada similar.
Iba a dársela a Humk, pero nos echó sin dejar al alcalde hablar.Guardé la piedra al no saber que hacer con ella, ya que las cosas que brillan que se ponen en la entrada en épocas de fiestas, suele terminar en manos de los pájaros.
Algo desilusionados, llegamos a casa y,tras coger unos cuantos bollos que Ma nos había preparado, nos dirijimos a la cabaña.Cuando llegamos a la base (como llamábamos ahora a la "tercera" planta) dibujámos unos planos sencillos de la planta baja y lo que pudimos de la planta alta de la casa.
Iba a contarle lo de la piedra a Aylen cuando, al tocarla para sacarla, me pinché.
Me mareé y me miré el dedo.Una pequeña gota de sangre se estaba formando.Me chupé el dedo para quitarmela.Miré a mi alrededor y todo parecía distorsionado de repente.Me parecía escuchar que Aylen me decía algo pero no le entendía bien.Todo pasaba a gran velocidad a mi alrededor.Sentí como si un remolino me tragara y todo se quedo negro, totalmente negro...